Sin duda la entrada de Pablo a la política fue perpetuada de forma facilista, los contactos conseguidos durante sus supuestas obras de beneficencia, quienes ya pertenecían a la política colombiana fueron los encargados de adentrar a Escobar en este mundo. Estos fueron;
[1]” Alberto Santofimio Botero y Jairo Ortega, dos políticos que fueron apoyados económicamente por él, ya por aquel entonces poderoso capo de la droga.”
En este punto entra en el historial de Pablo la muerte de Luis Carlos Galán Sarmiento, aquí se vio afectada la imagen de la amistad entre Pablo Escobar y Alberto Santofimio, se decía que Alberto fue quien instigó a Pablo para mandar a matar al entonces candidato a la Presidencia de Colombia; Luis Carlos Galán.
[3]”Una fuente de la Fiscalía en Pereira dijo que, según nuevas evidencias que obran en el proceso, Santofimio "es considerado determinador del asesinato.””
Galán Sarmiento evidentemente era muy querido por la mayoría de los políticos en Colombia, su Presidencia se veía venir ya que era uno de los candidatos favoritos debido a que no tenía ningún miedo de enfrentar a los zares de la coca, lo que hacía más real la versión de que su muerte fue acometida por la narco-oposición, quienes estaban en contra de la extradición y muchos otros factores que afectarían el futuro del negocio de la coca. Luis Carlos Galán vio venir una guerra narco-política e intento detenerla con su campaña presidencial, advirtiendo al pueblo colombiano de quienes eran realmente estas personas y que era muy probable que se infiltraran en el gobierno por medio de sobornos como ya era costumbre, para su propio beneficio. Por su parte para evitar el principal objetivo de la campaña de Galán y el desplome del tan magnífico y rentable negocio coquero, Escobar y sus aliados decidieron ordenar uno de los asesinatos más dolidos en la historia política de Colombia;
[4]“Un hombre que hace dos décadas nos dibujó completo el panorama doloroso que se veía venir: un país permeado por la mafia, por su violencia, su cultura del todo se vale y sus métodos perversos que hipotecan conciencias.
El 18 de agosto de 1989 en la plaza de Soacha ante una multitud que lo aclamaba, sicarios dispararon desde varios frentes y se llevaron una esperanza.
El 18 de agosto de 1989 en la plaza de Soacha ante una multitud que lo aclamaba, sicarios dispararon desde varios frentes y se llevaron una esperanza.
Hoy estamos a punto de ver cómo prescribe la investigación del crimen cuando ya no quedan dudas de que hubo un complot para asesinarlo. Pero, como ocurre con todos los hombres destinados a cambiar la historia, aún desde la muerte Luis Carlos Galán se levanta para seguir señalando a los violentos, a los corruptos.”
Pablo Escobar además de haber conseguido oponentes y enemigos políticos correctos como lo fue Luis Carlos Galán, también logro conseguir enemigos de su misma clase de negocios. Esto se refiere a que Pablo se convirtió en enemigo de otros carteles, creando una guerra entre bandos por el control del negocio de la coca. Su principal enemigo se convirtió “El Cartel de Cali”, compuesto principalmente por los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela y la familia Urdinola Grajales. Esto ocurrió durante la última década del siglo XX, donde la coca estaba en su furor, el “traqueteo” estaba de moda y la guerra por el control de las rutas y el dinero generado por la droga empezó. Las ciudades más golpeadas por este conflicto fueron sin duda Medellín y Santiago de Cali, ciudades que vieron surgir y hospedaron a los dos carteles más poderosos de Colombia:
[7]“El control de las redes de distribución de cocaína en Nueva York ha desatado una sangrienta guerra entre los dos principales cárteles colombianos de la droga (con sedes en las ciudades de Medellín y Cali) y ha dejado hasta la fecha un saldo de más de 100 muertos y cuantiosas pérdidas materiales. La disputa no parece haber disminuido el tráfico, de droga hacia España, según fuentes policiales de Madrid.
Nueva York era considerada por el cártel de Cali como territorio exclusivo suyo desde mediados de los setenta, cuando las organizaciones colombianas impusieron definitivamente su hegemonía en EE UU. Los mercados de Miami y Los Ángeles venían siendo controlados por la mafia de Medellín. Últimamente, debido a la excesiva oferta y la drástica caída de precios, los dos cárteles comenzaron a disputarse el control de Nueva York, considerado el mercado de mayor demanda. "Cuando se disputa un territorio, la guerra es a muerte", declaró un abogado norteamericano de Miami que ha representado a miembros del cártel de Medellín en varias diligencias judiciales. Sorprende que la guerra afecte a dos agrupaciones que, en el pasado, habían colaborado estrechamente. En especial, se recuerda el viacrucis sufrido en España, entre 1984 y 1986, por dos de los jefes de estas organizaciones.”
Esta repetitiva guerra entre los dos carteles creo divisiones terrenales no solo en Colombia sino también en el exterior. Los embarcos de droga internacionales debían seguir una ruta previamente estudiada y planeada para evitar ser capturados por las autoridades y perder el cargamento. Como la mayoría de envíos seguía una misma ruta, y la demanda en el exterior crecía cada vez más, los carteles con la ambición que manejaban, querían cada uno tener el control de absolutamente todas las rutas y todos los envíos al exterior ya que esto les representaría miles de millones de dólares de “dinero fácil”. Estados Unidos y España eran los principales destinos de los envíos de coca de estos carteles, la pelea por suplir estos países era incesante y a muerte. Colombia como país logro de manera indirecta crear un monopolio en el mercado de exportación de cocaína, la droga colombiana obtuvo una fama mundial de tal talla, que era la mejor pagada en cualquier lugar del mundo, era aclamada por los consumidores, lo que ayudo a avivar el fuego que producía esta guerra interna en la que la mayoría de veces quien pagaba el precio de esta, eran personas inocentes que morían a mano del narcotráfico.
Es posible ver como la ambición extrema que genera el dinero fácil, atrae la violencia y el engaño. Si estos carteles hubiesen tenido otro tipo de visión en cuanto al manejo del negocio, el resultado podría haber sido diferente. En lugar de haberse dividido las rutas por las que llevaban de forma ilegal los cargamentos de cocaína, debieron haberse unido, así el tráfico de drogas se les hubiera facilitado al compartirlas. Lo que hacían era complicarse la vida entre sí, es decir que intentaban dañar el negocio del otro para obtener mejores resultados con el suyo. Esto no convertiría en legal la forma de obtener dinero pero de cierta forma esto hubiese evitado la muerte de miles de personas inocentes ya que la guerra interna en Colombia propiciada por los carteles de drogas no hubiera ocurrido. Las ganas de los capos por el control absoluto llevo a que la guerra desatada fuese más violenta y creara fama de un país de muerte, sangre y dolor. Por otra parte los políticos corruptos no ayudaron para nada en cuanto al buen y correcto desarrollo del país a la hora de la toma de decisiones políticas. Al igual que los narcos, estos políticos se dejaron seducir por seductoras ofertas provenientes del dinero fácil para que actuaran frente al gobierno para beneficencia del negocio narcótico. Así se crearon alianzas que enfrentaron a otros narcos como Pablo Escobar y al gobierno de Cesar Gaviria Trujillo, quien tuvo que pasar por muchas pesadillas durante su mandato.
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